Aun cuando los años 2010 al 2014 fueron el clímax, el récord de esta última década en lo que se refiere a desastres naturales, y nos alerta sobre las contingencias venideras que tendremos que sortear o defendernos, ante las respuestas que dará la naturaleza por tanto agravio que ha recibido de la raza humana, también fue el año mas activo que ha tenido las Naciones Unidas (O.N.U.), en materia ambiental.
Tres conferencias mundiales y una
Cumbre, todas sobre el Cambio Climático. Estas contingencias naturales y esos
esfuerzos organizativos, nos allanan el camino para decir, sin lugar a ningún
tipo de equivocaciones, que el 2015 se perfila como el año de los
ambientalistas, ecologistas y conservacionistas.
Vislumbrándose también, como uno de
los momentos estelares del periodismo ambiental que estará robustamente
acompañado por los cientos de periódicos digitales e impresos que están
dedicados en el mundo al tema ambiental o mantienen importantes secciones sobre
la conservación del ambiente. Además, que hay que sumar, a los valientes
aportes divulgativos que están haciendo los miles de blogueros que cada día se
involucran y la creciente solidaridad activa de los medios televisivos y
radiales. Juntos consolidaran un demoledor fenómeno mediático al producir una
tenaz sinergia, a favor de la defensa del ambiente.
Pero, ¿cuáles son esos
indicadores que nos permiten inferir tanta estelaridad a favor del planeta
Tierra para el año 2015?El Club de los países contaminantes se siente al descubierto y evidencia temor.
La globalización a través de Internet, herramienta creada y pulida por esos mismos países que envenenan el planeta, que tuvo como fin diseñar una red invisible de comunicación para controlar a distancia a organizaciones o ejecutar en tiempo real sus estrategias, también ha servido para comunicarnos y unirnos. Nos puso en alerta y “accidentes”, como la filtración de documentos clasificados que Wikileaks, colocó de lectura libre en el ciberespacio, nos permitió descifrar, descubrir el “modus operandi” del Club de los contaminadores. Hoy, podemos decir con propiedad “aquí todos nos conocemos y sabemos cuales son los intereses de cada quien”. Y sus intereses (la de los contaminadores), no son los mismos que los del resto de la humanidad y de la vida en general de todas las especies.
Así mismo, ellos ya no pueden ocultar que temen, porque saben que están haciendo mal. Son los responsables directos de que anualmente más de 250 millones de personas sean afectadas por los desastres naturales, producto del cambio climático. Donde su irresponsable estilo de vida ha desencadenado en feroces incendios en Rusia, sequías o masivas inundaciones en Asia y África, sismos, terremotos, tsunamis, huracanes, el deshielo del Ártico y la pérdida de una buena parte de la biodiversidad en cada uno de los continentes.
La salida está en nuestra inteligencia y creatividad, que serán las invencibles armas para detener a los contaminadores y destructores del ambiente. Quienes no compartimos su antinatural conducta, estamos obligados a organizarnos y actuar. Así como ellos han boicoteado, embargado o bloqueado a naciones para asfixiarlas económicamente, igual, y con sobradas razones, el resto de los cada vez más informados habitantes de este planeta lo puede hacer.
¿Por qué comprar un producto fabricado por una nación que contamina el planeta?,
¿por qué consumir un bien si esa nación mata a las ballenas o no defiende sus
bosques?
Somos un gran ejército de millones de
pequeños liliputienses, frente a unos obesos e inconscientes gulliveres, pero nuestros
finos hilos comunicacionales harán las sólidas e irrompibles redes para
atraparlos, reducirlos y frenar definitivamente tanta impunidad ambiental.
Tenemos todo a nuestro favor. El 2015
será el año.
Lenín Cardozo Parra
Secretario de Ambiente, Tierras y Ordenación Territorial
@Cardozo_Lenin
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